sábado, 24 de noviembre de 2007

Poema de un recuerdo

Dime por favor dónde no estás
en qué lugar puedo no ser tu ausencia
dónde puedo vivir sin recordarte,
y dónde recordar, sin que me duela.

Dime por favor en qué vacío,
no está tu sombra llenando los centros;
dónde mi soledad es ella misma,
y no el sentir que tú te encuentras lejos.

Dime por favor por qué camino,
podré yo caminar, sin ser tu huella;
dónde podré correr no por buscarte,
y dónde descanzar de mi tristeza.

Dime por favor cuál es la noche,
que no tiene el color de tu mirada;
cuál es el sol, que tiene luz tan solo,
y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor dónde hay un mar,
que no susurre a mis oídos tus palabras.

Dime por favor en qué rincón,
nadie podrá ver mi tristeza;
dime cuál es el hueco de mi almohada,
que no tiene apoyada tu cabeza.

Dime por favor cuál es la noche,
en que vendrás, para velar tu sueño;
que no puedo vivir, porque te extraño;
y que no puedo morir, porque te quiero.

Gustavo Alejandro Castiñeiras


viernes, 23 de noviembre de 2007

En un beso sabrás todo lo que he callado


miércoles, 21 de noviembre de 2007

Sólo por y para vosotros

El frío y la lluvia han llegado ya a Madrid. Creo que traje las nubes conmigo desde Bolonia, quizá intuyendo que estos días iban a ser grises.

Es lo que ocurre después de tomar una dosis de cualquier droga tras un periodo de abstinencia: el mono se vuelve más fuerte.

A estas alturas del curso, aún continúo viéndoos por los pasillos de la facultad, escuchando vuestras risas en clase… Supongo que mi mente intenta manteneros cerca de algún modo. A veces, incluso, me sorprendo a mí misma sumergida entre fotos y recuerdos, pensando en cómo serán ahora vuestras vidas, que sólo puedo imaginar a través de vuestros mensajes.

Podréis tacharme de sentimental (y seguramente lo seré), pero todo esto no dejará de ser cierto. Lo único que quiero deciros es que os echo de menos.

No necesito compartir mucho más con vosotros para saber que sois especiales. Hay personas que en un solo instante pueden marcar toda una vida.

Imaginad lo que significa haber pasado casi dos décadas en soledad, buscando apoyo en arenas movedizas, rebotando de un grupo a otro con la sensación de no encajar nunca en ningún sitio, con la convicción de no ser verdaderamente importante para nadie, con la impresión de que en alguna parte del mundo tendría que existir esa amistad con la que siempre había soñado (idealizado?) y que andaba buscando.

Tratad de comprender la frustración y la desesperanza que supone el no hallarla. ¿Acaso yo no la merecía?, ¿qué hacía mal?

Y ahora imaginad que tras tanto tiempo en su búsqueda, en el momento más adecuado y a la vez inesperado, al fin, la encontráis... y tenéis que decir adiós.

Vuestra ausencia podría haber hecho del 2007 un año horrible. Y sin embargo, me atrevería a decir que ha habido pocos más felices que éste.

¿Queréis saber por qué? Porque aunque no estéis aquí, seguís estando muy cerca; porque desde que os conozco no he vuelto a sentirme sola; porque no hay motivos para la tristeza cuando una tiene, aunque lejos, todo lo que necesita en su vida.

Sólo me queda deciros que este año, por primera vez en mucho tiempo, estoy deseando que llegue la Navidad; porque sé que, con los primeros copos de nieve, también llegarán los que más me importan.

Os quiere,
Marta

I miss you so much...
Vous me manquez...
Ho nostalgia di te...
Ich vermisse dich...