lunes, 22 de septiembre de 2008

No love

Esta mañana, como cada mañana desde hace ya cosa de un año, bajé del autobús y encendí mi i-pod mientras me sumergía ese “maravilloso” submundo subterráneo que posee Madrid, tan poco concurrido durante las primeras horas del día.

Empecé a girar la pequeña ruedecilla, subiendo y bajando a través de la lista de artistas, a la vez que mi cabeza daba vueltas siguiendo su propia inercia, qué extraño, sin detenerse (ninguna de las dos) en ninguna parte. No tenía ganas de escuchar nada en concreto, y no sé si por evitar la pereza de tener que tomar una decisión o el aburrimiento de terminar escuchando siempre las mismas canciones, decidí poner el aparato en random (perdón, en modo aleatorio).

Y mira tú por dónde, que llegando al andén de la estación, empiezan a sonar los Beatles... pero no con cualquier canción: ahí estaban los primeros acordes de All you need is love.

Maldita sea... Gracias por recordármelo.

Y me estrujo contra la marabunta de gente que ya ha subido al tren, pensando que aún me quedan tres cuartos de hora de viaje hasta el trabajo y haciéndome a la expectativa de que el único abrazo que recibiré hoy, con un poco de suerte, será el de aquella señora que no ha conseguido hacerse con ningún asidero, en la siguiente curva del túnel.

Y los días pasan todos iguales, las personas vienen y van, y uno termina volviéndose más gris que de costumbre. De modo que al final, ni siquiera uno mismo permanece, y el único adverbio de tiempo con un poco de sentido es “mañana”... y a veces ni ese.

Hoy me he dado cuenta de que la verdadera especie en extinción de nuestros días es el Amor.

Y es que ha perdido su significado último, se ha convertido en una palabra vacía, en una moneda de cambio. “El número de divorcios en la región se iguala al de matrimonios”, rezaba el periódico esta mañana. ¿Acaso a alguien le sorprende?

Yo diría que, antes que en una sociedad materialista, nos hemos convertido en una sociedad narcisista, donde lo adecuado es pensar en uno mismo antes y más que en los demás, donde los espacios personales se agrandan hasta el infinito y donde cada vez es más complicado incluir en ellos a una segunda persona.

Hemos empezado a confundir el amor propio con el egoísmo, la independencia con el individualismo y, lo que es aún peor, hemos olvidado por completo lo maravilloso que puede llegar a ser compartir nuestra vida con otra persona: apoyo emocional en los malos momentos, diversión en los buenos, comprensión mutua, complicidad, proyectos comunes, motivación, cariño, estabilidad, amparo.

Pero seguramente, más de uno, después de leer estas líneas pensará: ¿para qué necesito a otra persona, si yo mismo puedo darme todo eso?

Y no será más que una prueba de que lo que digo es cierto... ¿Para qué molestarse en hacer feliz a los demás, si uno ya lo es en su propia burbuja ególatra?


El Amor ha muerto... Larga vida al Amor.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

creo q es hasta infantil lo q dices
no se ¿toda la gente q t ha dicho que se ha enamorado lo ha vivido igual q tu?
deduzco q esta es la forma tuya de entnderlo. ¿y las de lso demas?

Ademas, me parece mas egolatra pensar q si no encuentras gent q no ama con los mismos parametros tuyos, entonces el Amor (¿por q la mayuscula?) no exist

Ademas, yo amo a mucha gent: primos, amigos... los quiero, aunq quiza tu no lo verias así. Y entre unos y otros, me hacen feliz, y se molestan por mí. No conozco a nadie q sea feliz sin un contacto íntimo con alguien.

En fin es tu blog, y escribes lo q quieres pero también hay q tener algo de respeto por los demas ¿no crees?

Marta B. dijo...

Perdona, ¿y a ti no te parece una falta de respeto insultarme bajo el anonimato?

Además, me parece que te contradices un poco: Dices que tus primos y amigos te quieren, que se preocupan por ti. Yo hablaba de las personas que tienen mucho amor para ellas mismas y poco para los demás.
Y me estás dando la razón con eso de que nadie puede ser feliz sin un contacto íntimo con otra persona.

Es tu problema si te has sentido identificado/a o si te has ofendido con lo que he escrito.

David Cebe dijo...

el amor ha muerto para mí no por el narcisismo que pueda tener hacia el mundo, si no por la desesperanza, la misma pereza que te ataca a tí y por una desazón tras otra...

Miguel dijo...

Bueno, gente debe de haber.

A veces leo o escucho algo de alguien lejano que me hace mantener algo de esperanza.

Aunque tambien me doy cuenta de que yo mismo soy dificil de encontrar, y por tanto lo mismo será aplicable a esas personas, favorecido en que el dolor nos hace escondernos.

Uff...

Marta B. dijo...

Gracias por vuestros comentarios.

Yo tengo fe en esa frase que dice "el tiempo lo pone todo en su lugar".

Tarde o temprano, el amor llegará.