domingo, 30 de diciembre de 2007

La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.
Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.
Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.
La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.


Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y
que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.
¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!
¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.
El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave.
Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.
¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

por un momento me ha parecido el blog de javi :P. bonita fea, pero no me gusta lo que significa que pongas esto, a menos que sea renacimiento lo que entiendes por lluvia, de quien es? te quiero

Marta B. dijo...

Es de Lorca, feo. Olvidé mencionarlo.

El agua tiene muchas formas de vida, y será algo diferente para cada cual y en cada momento.

De todos modos, la lluvia suele purificar el aire viciado, igual que una lágrima alivia la pesadumbre del alma... y ya sabes lo que dicen: después de la tormenta, siempre llega la calma :)

Anónimo dijo...

k significa es un besar azul que recibe la Tierra

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=Aeld-33DQn0

Este dúo tiene una canción que se llama "Après le beau temps... la pluie"; pero, aunque la asocio al texto, no hace justicia a un poema que he tenido que releer acaso en este blog, al cabo de los años, para reparar en su música y comprender su verdad, un poco más.

Al anónimo que me precede le aconsejo lo mismo: aunque jamás regrese aquí, vuelva al poema y reléalo. Es probable que su duda se resuelva por sí sola con lo que ha aprendido.