jueves, 18 de diciembre de 2008

La madrugada tiene ojos hinchados
y pestañas sin máscara.
Hace ya veintiún años que no duermo.

Y no soy más que un perro malcriado,
mojado y con el rabo entre las piernas,
que aúlla tras morder la mano de su dueño.

Mil te quieros estallan
en el corazón y se estrellan
contra la pared de mi habitación.

¿Quién calmará mis ansias
y colmará mis sueños?
¿Quién más espantará a los cuervos
que sin piedad se lanzan a arrancarme los ojos?

¿Quién si no tú, mi vida,
apartará las piedras del camino?
¿Quién me hablará de amor
conjugado en adverbios de infinito?

¿Quién me despertará esta noche
cuando llore dormida?
¿Quién vendrá a sacarme
de esta pesadilla… que no termina?

Marta B.

17-11-2008

No hay comentarios: